Las madres, presentes en el día de la inauguración de la plazoleta Gustavo Bruzzone. |
La idea surgió poco tiempo después de que Diario UNO diera a conocer su historia. La vecinal Unión y Trabajo, del barrio María Selva, aprovechó la decisión del Concejo Municipal de Santa Fe de sesionar en los barrios y acercó su propuesta: que la plazoleta ubicada en la intersección de las calles Rivadavia y Ruperto Godoy, a sólo cien metros de la avenida Aristóbulo del Valle, pasara a llamarse Gustavo Ramón Bruzzone, en homenaje al promisorio ajedrecista santafesino secuestrado en Rosario, en 1977, durante la última dictadura militar.
Ayer por la tarde, esa iniciativa se concretó: en un emotivo acto y ante una gran concurrencia, se descubrió una placa en homenaje a Bruzzone, quien tenía sólo 22 años cuando un grupo comando lo interceptó en el momento en el que iba a retirar su auto a un taller mecánico, con el objetivo de emprender el regreso hacia Santa Fe para festejar el cumpleaños de su madre.
La gran concurrencia despertó la curiosidad de algunos vecinos del lugar, que se fueron acercando. Luego llegaron ex compañeros de la escuela secundaria, en representación del Comercial Domingo Silva, e incluso de la Facultad de Ingeniería Química, donde Gustavo cursó ocho materias hasta que su militancia política lo llevó a dejar la carrera.
Las sillas ubicadas en primera fila estaban reservadas para las Madres de Plaza de Mayo, quienes remarcaron la importancia que tuvo Irma Godone, mamá de Gustavo, en los primeros años de lucha. Chocha, como la conocen en el barrio San Martín, donde vive desde hace más de medio siglo, no pudo disfrutar del homenaje a su hijo por problemas de salud: “Estoy muy emocionada y agradecida. Estoy contenta porque mi hijo tiene una placa ahí, en una plaza, que es un lugar mucho más lindo que un cementerio”, afirmó.
El primero en tomar la palabra fue Daniel Sanjuan, presidente de la vecinal Unión y Trabajo, quien destacó la lucha de Gustavo “por un país más justo”. Luego fue el turno de Celina Kofman, en representación de las Madres de Plaza de Mayo: “Hoy no está aquí físicamente la mamá de Gustavo, pero sabemos lo importante que es esto para ella. A partir de hoy, Gustavo va a estar en esta plaza, que es sinónimo de vida, un lugar donde se reúnen los jóvenes, que son nuestra esperanza para la creación de una política con ética”.
Por su parte, el intendente de la ciudad, Mario Barletta, expresó: “La reunión hoy, en este lugar, nos permite estar siempre atentos a la recuperación de la memoria. Es un homenaje a aquellos que en algún momento tuvieron un dilema, una circunstancia por la cual tuvieron que dejar todo. Su propio espacio, su propia tierra, su propio lugar, dejando primero parte de su vida y luego su vida entera. Es responsabilidad de todos mantener vivo el recuerdo, mantener viva la memoria. Explicarle a cada uno de nuestros jóvenes, de nuestros niños, por lo que muchos lucharon en la Argentina durante mucho tiempo para hacer posible la recuperación de la democracia”.
Los encargados de descubrir la placa fueron dos pequeños ajedrecistas, y el acto se cerró con la palabra de Fito, hermano de Gustavo: “Esto más que un sueño es un homenaje merecido a quien dejó su vida por sus ideales, por lo que creía. Gustavo nos decía siempre que quería un mejor país. Esto es muy emotivo, es muy lindo. Vino mucha gente, muchos chicos que juegan al ajedrez. Es algo muy importante para mí, y también para mi vieja, que hoy lamentablemente no pudo venir por cuestiones de salud. Me emociona mucho hablar y les agradezco a todos su presencia. Este es un trabajo que empezó hace mucho, y que hoy ve su culminación en esta plaza. Es un día hermoso para los que conocimos a Gustavo. A Gustavo se lo llevaron cuando era un pibe. Tenía apenas 22 años. A mi hermano no lo dejaron vivir”.
Luis Larpin, compañero en los años de la secundaria en el Comercial, también recordó a su amigo: “Es un gran regalo para todos nosotros que fuimos sus amigos, y un regalo que le podemos hacer a su memoria. Nosotros siempre nos estamos moviendo, vivimos haciendo homenajes, pero que quede algo por donde pasamos, que pase gente y se pregunte porqué está esta placa en este lugar es realmente muy emocionante. Acá estamos recordando sólo una de sus facetas, que es la del ajedrecista y la del luchador, pero Gustavo era mucho más. Era un joven muy solidario, con ganas de cambiar las cosas, virtudes que lo llevaron a encarnar su lucha. Esto, en Santa Fe, es una de las mejores cosas que se ha hecho para recordar lo que pasó durante la dictadura. Esto es mucho mejor que un monolito en Plaza de Mayo. Hoy Gustavo está en un barrio, como a él le hubiera gustado, porque él era un pibe de barrio”.
Desde ayer, una plaza de la ciudad lleva el nombre de uno de los 30 mil argentinos que desapareció la dictadura militar. A más de 33 años del golpe de Estado, aún hay juicios pendientes, sobre todo en Santa Fe. Por eso, el homenaje a Bruzzone es importante: porque deja en claro que no hay olvido ni perdón para los torturadores y secuestradores de bebés. Que no hay reconciliación posible con los genocidas. Y que nadie clama venganza. Simplemente juicio y castigo. Nunca más.
(Publicado en Diario Uno Santa Fe, el 26 de julio de 2009)
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